Las alcachofas son hortalizas originarias del norte de África y muy comunes en toda la zona mediterránea. Se trata de una verdura de invierno, por lo que ya podemos disfrutar de ella en su pleno esplendor durante esta época más fría del año. Además de sus propiedades culinarias, las alcachofas ofrecen una serie de beneficios para la salud que nos invitan a incorporar este alimento en nuestro menú.
La alcachofa es una verdura con un bajo contenido calórico, ya que solo contiene 40/50 calorías, y es por esto que forma parte de muchos regímenes de adelgazamiento.
Una de las principales virtudes de la alcachofa es que se trata de un alimento diurético, es decir, ayuda a eliminar toxinas y especialmente el ácido úrico y consigue evitar así la retención de líquidos. Gracias a su aporte de potasio, las alcachofas son altamente recomendables para bajar el ácido úrico o tratar afecciones como la gota, la artritis y demás patologías reumáticas.
Asimismo, destaca por el hecho de proporcionar ácidos para reducir los niveles de colesterol en la sangre, así como disminuye la presión arterial. De este modo, el consumo de alcachofas -ya sea incorporándolas en la dieta, a modo de infusión o en cápsulas- beneficiará a las personas con problemas de este tipo.
Por otro lado, la alcachofa también va bien para los problemas digestivos y metabólicos, por tratarse de un alimento depurativo que regulariza el intestino y fortalece el sistema inmunitario. Tampoco podemos olvidar el hecho de que las alcachofas estimulan la producción de bilis y resultan un gran productor para el hígado, por lo que será apropiada para las enfermedades hepáticas.
Otra de las ventajas del consumo del fruto de la alcachofera son sus altos niveles en fibra, que tanto favorece el tránsito intestinal. También podemos destacar que rebaja los niveles de azúcar en la sangre y, por lo tanto, ayuda a prevenir y tratar los casos de diabetes
Aunque se recomienda comerlas crudas para aprovechar todos los beneficios de las alcachofas, también puedes comerlas hervidas y consumir también el caldo en que las has hervido.