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La primavera llena las fruterías y verdulerías de productos frescos en su máximo esplendor. En estos meses, hay más variedad de sabores y colores entre los vegetales. Así, en esta estación se pueden preparar ensaladas muy vistosas solo con vegetales o combinarlos con otros ingredientes como pasta, arroz, quesos, frutas, legumbres, pescados, embutidos o salazones. De esta manera, una ensalada puede ser un plato único para la comida con una buena combinación de ingredientes. En este artículo se ofrecen cuatro ideas para elaborar ensaladas con ingredientes de primavera.

Para no repetir siempre la misma ensalada, tan importante es la variedad y combinación de ingredientes como la diversidad de aliños y salsas con las que se pueden sazonar estas recetas. A veces con ingredientes parecidos y un aliño distinto, se consigue dar una visión y un sabor nuevos a la ensalada que se haya preparado. Además, las ensaladas ofrecen una ventaja importante: la posibilidad de usar los ingredientes que se tenga en casa en ese momento. Por eso, en las siguientes propuestas, es posible introducir variaciones, improvisar y resolver la receta con los alimentos de los que se disponga. El único ingrediente que no debe faltar en la cocina es la creatividad.

1. Ensalada sencilla: solo con vegetales

Ensalada de espárragos y brécol con vinagreta de pistachos. En primavera, los espárragos blancos están en su mejor momento. Con 400 gramos de este producto es suficiente. Se pelan, desde la punta hacia el tallo, se retira la parte más leñosa y se cuecen en agua con una pizca de sal y azúcar durante 10 minutos o hasta que estén tiernos. Se debe vigilar que las puntas no estén sumergidas para que no se cocinen en exceso y solo se hagan con el vapor que desprende el agua hirviendo. Cuanto más tiernos queden, mejor.

Hay que cortar en trocitos muy pequeños las flores de unos 100 gramos de brécol y cocer en agua con sal los ramilletes, hasta que estén al dente. Se pelan 50 gramos de pistachos y un diente de ajo. En una sartén con tres cucharadas de aceite de oliva caliente se saltean los pistachos y el diente de ajo, cortado en láminas. Se retira la sartén del fuego, se añade una cucharada de vinagre y se remueve para que ligue la vinagreta con los pistachos y el ajo laminado. En una fuente para servir ensaladas se colocan el brécol y los espárragos templados o casi fríos, se cortan unas finas láminas de cebolleta fresca por encima y, en el momento de servir, se aliña con una pizca de sal y la vinagreta templada de pistachos y ajo.

2. Ensalada vegetariana con legumbres y cereal

Ensalada de garbanzos y arroz con champiñones, espárragos y vinagreta de fresas. Esta es una ensalada muy completa, que aporta los hidratos de carbono del arroz y las proteínas de las legumbres. Para darle un toque especial, se hará un aliño sencillo y sabroso con una vinagreta guarnecida con frutas primaverales, como la fresa, y se acompañará con media docena de espárragos verdes, también en su punto en esta estación.

Se cuecen 150 gramos de arroz en agua hirviendo con sal y una cucharada de aceite durante 18 minutos. Una vez pasado ese tiempo, se escurre, se refresca y se reserva. Se limpia y corta una cebolleta en cuadraditos. Por otro lado, se lavan y trocean en láminas 100 gramos de champiñones. Los espárragos trigueros se deben pelar y cortar en bastoncitos.

En una sartén caliente con un par de cucharadas de aceite de oliva, se saltean a la vez la cebolleta, los champiñones y los espárragos trigueros, hasta que se doren las hortalizas. Se retiran del fuego, se ponen a punto de sal y reservamos.

En una ensaladera o plato de servicio se colocan 200 gramos de garbanzos cocidos sobre una base de lechugas variadas. Sobre ellos se añaden el arroz cocido junto con las hortalizas salteadas y aliñadas con la vinagreta, que es muy fácil de hacer. Para elaborarla, se mezclan tres partes de aceite de oliva, una parte de vinagre y un puñadito de fresas limpias y troceadas, se agrega una pizca de pimienta blanca y un toque de sal.

3. Ensalada con toque de marisco o pescado

Ensalada de gambas y rape con calabacín con salsa teriyaqui. Combinar pescado y marisco con verduras primaverales, como el calabacín o las lechugas -que están en su mejor momento-, es una receta sencilla que resuelve un menú completo.

Para prepararla, se comienza por saltear 250 gramos de calabacines cortados en tiras, una cebolleta cortada en juliana y 100 gramos de tomatitos cherry en una sartén con aceite de oliva caliente. Se saltea este conjunto durante cinco minutos a fuego medio, removiendo constantemente para que no se queme y se cocine de manera uniforme. Se pone el salteado a punto de sal y se reserva en la misma sartén, pero fuera del fuego.

En otra sartén se saltean 200 gramos de gambas peladas y 200 gramos de rape en trocitos (o de pescado blanco, como el bacalao) con una cucharada de aceite de oliva y unas gotas de salsa teriyaqui. Se cocinan unos instantes, lo justo para que cambie de color la superficie, pero se mantenga el interior rosado. Reservamos mientras se empieza a montar la ensalada. En un plato de servicio se prepara una base de lechugas variadas primaverales. Encima se colocan el calabacín salteado con la cebolleta y, de forma aleatoria pero elegante, las gambas con rape. Se vierten los jugos del salteado, unas gotas de aceite de oliva y la salsa teriyaqui, justo en el momento de servir.

4. Ensalada de pasta: un clásico

Ensalada de pasta con espinacas baby, atún fresco y vinagreta con ciruela. Una ensalada de pasta ayuda a ponerse a tono para todo el día. Si, además, se acompaña con unas espinacas baby recién cortadas, con la vinagreta y un atún fresco, seguro que se triunfa ante los comensales. Alcanzará después un postre frutal y el cuerpo lo agradecerá. Todo muy rico y sano.

Para prepararla, primero se cuecen 250 gramos de pasta al dente (que quede un poco dura en su interior) en abundante agua con sal. Después, se escurre y vierte en el centro de una fuente y se aliña con cuatro cucharadas de aceite de oliva y unas hojitas de albahaca fresca. Se limpian un cuarto de lechuga, 50 gramos de espinacas baby y un tomate, se trocean y se colocan junto a la pasta. Sobre esta base se ponen 150 gramos de atún fresco marcado ligeramente en la sartén con un hilito de aceite de oliva y sal, «vuelta y vuelta», por lo que no será una tajada muy gruesa.

En una sartén con dos cucharadas de aceite caliente se saltean 50 gramos de ciruelas frescas sin hueso y limpias con un poco de ajo picado, hasta que comience a dorarse el ajo. Cuando se haga el sofrito, ya fuera del fuego se agregan dos cucharadas de vinagre de sidra y se mueve en círculos para ligar la salsa con el ajo y las ciruelas frescas. Se vierte esta vinagreta en el momento de servir la ensalada de pasta.

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