Seguro que os habéis dado cuenta de que las frutas de verano delicadas como albaricoques, melocotones, fresquillas, nectarinas, paraguayas, ciruelas de todos los colores, higos, brevas… a los 4 o 5 días de estar en la nevera encima de una bandeja, además de “pasarse” se van sobre todo ”arrugando” porque van perdiendo humedad interior, se van deshidratando.
Esto es todavía más acusado en las neveras no frost porque hay una corriente de aire frío contínua que reseca todavía más que el aire frío estático de las neveras normales.
1. Una de las técnicas para conservar frutas durante muchos días, para las que son muy delicadas, será una de las que ya vimos en el caso de las hortalizas, un tuper grande forrado con 2 o 3 capas de papel absorbente de cocina colocando también dicho papel antes de poner su tapa.
Comprobar cada día que el papel que las rodea no está mojado para cambiarlo inmediatamente si lo estuviera.
Si os las han servido en bolsas de plástico sacarlas en cuanto lleguéis a casa pues simplemente del traslado pueden estar “sudadas” y por tanto mojadas.
En el caso de las fresas, que son de las más frágiles, secarlas incluso muy bien con papel absorbente de cocina al llegar a casa y guardarlas en estos tuppers forrados tal cual las habéis adquirido. Si las fresas están muy frescas, no demasiado maduras si no en su punto y al llegar a casa comprobáis que llevan poco tiempo recolectadas ya que a simple vista se ve, os pueden durar en la nevera 2 o 3 días, o más.
No lavar ninguna fruta antes de su conservación.
2. Si no tenéis tuppers grandes acabo de hacer un pequeño descubrimiento porque tenía sin usar unos rollos de bayeta spontex amarillos de 600 x 40 cm que he cortado en trozos de 1,25 metros.
Colocar vuestras frutas delicadas encima de una bandeja rectangular y envolverla bien con este trozo de bayeta dándole varias vueltas y cerrando después el “paquete” por los lados con unas pinzas de la ropa o con pinzas de cocina no demasiado estéticas, pero si muy efectivas.
Como el material con el que están fabricadas estas bayetas es muy denso, aunque no impermeable, lo que las haría “sudar”, dejan pasar el frío de la nevera pero no el aire frío, evitando así que se deshidraten y por tanto ni se arrugan ni se ponen blandas. Creo que solo los encontraréis en Makro o en Internet y el artilugio funciona tanto en las neveras normales como en las no frost.
Si os gusta mucho esta fruta de verano y os encontráis con 2 o 3 kilos, es un método genial para que no se estropeen y no tener que ir a menudo a la frutería ya que permanecen tersas y estupendas durante más de 10 días.
3. En otras ocasiones bastará con volcar las frutas encima de una bandeja de porespan, de plástico, o de cristal y guardarlas tal cual en la nevera, como naranjas, mandarinas, manzanas… aunque si éstas ultimas van a durar varias semanas, porque os las han regalado o habéis comprado muchas, el “truquito” que os acabo de explicar también va muy bien y no se arrugan nada. ¡Hasta los limones duran meses sin encogerse!
4. A veces os interesará “pegar” a cada fruta individualmente plastifilm, como en el caso de las hortalizas voluminosas, por ejemplo los aguacates si están ya en su punto justo de maduración y la piña entera.
En cuanto a los plátanos, a diferencia de otras frutas maduran después de cosechados, lo cual es una ventaja para su recolección y su posterior transporte al poderlos cortar muy verdes. Encima de la mesa de la cocina y a temperatura ambiente, aunque se hayan comprado muy verdes, maduran a medida que pasan los días.
Para conservarlos enteritos, cuando ya estén en su punto y no queráis que se os “pasen”, envolver cada uno en plastifilm y colocarlos luego todos juntos en una bandeja en la nevera. Se pondrán oscuros y feísimos por fuera, pero por dentro seguirán duros, casi como los dejasteis, porque el frío ralentiza muchísimo el proceso de maduración que no se para del todo nunca. ¡Y se trata de servirlos en la mesa ya pelados… para que no os los rechacen!
¡ Pero si los metéis en la nevera ya blanduchos y “pasados”… blanduchos saldrán!
5. Si la piña está ya abierta y no se consume de una vez, aunque ahora ya nos venden mitades como en el caso delmelón y de la sandía, os recomiendo que terminéis de limpiar cada una de estas frutas quitándoles corteza, pepitas, partes duras… y que envaséis la pulpa que os sobra en un tupper que se quede, como siempre, lo más lleno posible. Si cualquiera de estas frutas no estaba “pasada” os pueden durar en la nevera 2 o 3 días o incluso más, siempre dependiendo de su frescura inicial.
6. También podéis cubrir estas 3 frutas ya abiertas con unas tapas extensibles de silicona que se ajustan a frutas grandes con formas más o menos regulares como éstas. Aunque tienen buena pinta no las he probado.
Si no son excesivamente grandes también os pueden servir unos “cubre recipientes” de plástico parecidos a los gorrosde ducha, pero más pequeños, que van muy bien siempre que se queden muy ajustados. Los hay de varios tamaños.
Pero si aun estando ya empezada la fruta no se va a terminar esta segunda vez, sacarla de la nevera, cortar la que pensáis que se va a consumir y ponerle de nuevo e inmediatamente su “fundita” volviéndola a guardar en la nevera. Ya sabéis que las variaciones de temperatura no son nunca buenas y en la mayoría de los casos una buena conservación depende de ellas.
7. También podéis congelar cualquiera de esta 3 últimas frutas en trozos completamente limpios y usarlas más tarde para elaborar batidos o sorbetes. En este último caso para potenciar su sabor que no es muy intenso, o si la fruta os ha resultado un poco “pepino”, añadir zumo de limón y azúcar y triturar bien el conjunto con una buena trituradora hasta que obtengáis una pomada homogénea. El zumo de limón además de enriquecer la preparación en vitamina C potencia más el sabor original, es decir que el melón, la sandía o la piña van a saber más.
No añadáis nunca cubitos de hielo a esta clase de sorbetes porque estas frutas tienen demasiada agua, más de un 90%, y aguaríais completamente el sorbete que ya no sabría a nada. Servirlos en el momento.
8. No guardéis nunca en la nevera una fruta que no esté madura, sea la que sea. Dejarla simplemente 1 día o varios encima de una bandeja, en la cocina hasta que madure.
Es el caso de los aguacates, chirimoyas, peras… o la fruta de verano si está muy dura y entera que maduran igual de bien si se envuelven en papel como si no, basta con que el lugar esté templado.
Comprobarlo vosotros mismos.